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Mostrando entradas de noviembre, 2017

LOS JUEVES UN RELATO: FANTASIA OSCURA

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Había que escribir. La única forma de escapar, era escribir. -No quiero. No sé. ¡No me place!- grité. "Pues en tí está la solución. No hay otra forma de escapar de tu zona de confort" Dijo una voz  aterradora, como el miedo mismo a salir de lo malo conocido. Podía escribir sobre mundos fantásticos, como el amor eterno,  la fidelidad o la monogamia. También de la levedad, de ser consecuente con uno mismo. Las letras se acumulaban detrás de la puerta, debajo del felpudo.  -¡Y a esto llaman confort!- abrogué. En mitad de la mañana, la luz hiriente de un sol de primavera, otra vez me llevaba a escribir del amor de los galanes, de la ternura de las madres, de la dulzura de los abuelos. Cerré postigos, rendijas, ojos y boca y comencé a escribir con el pensamiento. De pronto estaba sola en mitad del universo. Nadie respondía a mi llamado. No había lugar donde apoyar mis pies, y el infinito se presentaba extenuante para recorrerlo. El por qué de las cosas, no le

SABOR A TI

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Foto de mi autoría. -Cuando sea grande me voy a casar con Agustina, con eso de besos en la boca y todo. -A mí me parece, que cuando sean grande, tú y Agustina, van a tener ganas de casarse con alguien que no sea un primo o una prima. Creo que van a querer casarse con alguien que no conocen. Pero ya veremos Arturo… Di por zanjada la cuestión de esta forma, tan inesperada como divertida. Hacía tiempo que veía a mi nieta Agustina con sus preciosos cuatro años, tan emparejada y compinche con su primo Arturo, apenas unos meses menor. Como buena mujer, comandaba el juego y Arturo, la secundaba y se dejaba llevar, complacido hasta la fascinación, que a esa edad, puede ejercer una prima unos meses mayor, tan avispada como seductora. En el porche de la granja, donde transcurría el verano en familia, me encontraba disfrutando de Homero y su Odisea rescatada de la vieja biblioteca, cuando Agustina vino a acurrucarse en un almohadón a mi costado. -Abuela, ¿ a qué saben los beso

LOS JUEVES UN RELATO: POSVERDADES

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El candado de la puerta principal, tiembla como si se avecinara un terremoto. Adentro solo se oyen ordenes poniendo orden. Todo tiene que lucir seductor, a primera y rápida vista.  Nada más tentador que los carteles de veinte, treinta, cuarenta y cincuenta -los saldos invendibles- por ciento de descuento. La puerta se abre, y la gente se agolpa como un tropel en busca de agua, luego de meses en el desierto, debajo  del cartel de neon que pontifica "Dudar es perder", contradiciendo a Descartes. Al día siguiente del black friday, el contable da cuenta de las abultadas ganancias. Fue un éxito remarcar un   cuarenta por ciento. ................... Más relatos en lo de Juan Carlos.

LOS JUEVES UN RELATO: CON LOS OJOS VUELTOS

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Casi puede tocar su alma. Saber su peso. Conocer su esencia. Presentir sus próximos movimientos. Puede saber a quién pertenecen los suspiros que la inflaman, el fuego que la consume, el ímpetu que la arrebata. Verla volar con ansias,  dejarse llevar por el viento. Vibrar, latir, susurrar. Sumergirse en  crueles cavilaciones, en tormentos que la agotan, en preguntas sin respuestas que la consumen, hundida en la desesperación. Ya no se lamenta de su destino. Al pie de la cama, yace inerte la mano extendida. El rostro sereno, se resiste a perder su tenue color. La radio deshilacha frases y melodías: "Va pensiero sull'ali dorate" El tiempo, no es la dimensión en que habita. Como una revelación surge la certeza: el alma existe. ............................................ Más relatos en lo de Pepe.

LOS JUEVES UN RELATO: DIAS DE OTOÑO

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Tiempo de ciruelos en flor. De abejorros inquietos. De cometas que corren vientos y los rescatan para sus colores. Tiempo  de anuncios de verano, que perezoso se intuye aquí en mi tierra. ¡Qué rápido pasa el tiempo! ¡Con qué velocidad avanzan los números de los calendarios, oyendo el imperioso Tic Tac.  Parece que fue ayer: las hojas caen con un envejecido verdor, acunando pequeños soles, que oscurecidos van, de dos en dos, tapizando la vereda. Me parece oir todavía la delicadeza de su caída,  mientras jugosas  mandarinas, se deshacen en mi boca, ácidas, prepotentes, olorosas, dejando su memoria en todo lo que tocan.  Para mi el otoño es bello, prometedor, pregón  de un invierno hogareño. ¡Es tan dulce! Se lleva tan bien con mi ánimo... Toca ahora el renacer de la naturaleza, despistado por tanto cambio climático, como yo en este momento. Mis coordenadas se modifican y con ellas reverbera tanta emoción cobriza, dormida en la piel, dorada todavía por el sol, crujiente e